Vida pasada: Mi culpa.

No dejo de sentir

esta culpa que me quema el alma.

 

Lo oculto en cada sonrisa

especialmente cuando mencionan tu nombre

y por más que quiero esquivar

las preguntas y cuestionamientos,

porque, francamente

qué sé yo con quién estás,

lo que sea que hagas con tu tiempo libre,

si te he visto entre las calles

disfrutando de un amor completo,

no quiero saberlo.

 

Y sé que es mi karma

aguantar este encierro,

que tu fantasma siga penando,

calando en lo más profundo de mi memoria,

simplemente me resigno.

 

Qué sé yo si estás con él

o con más de veinte,

si tu vida se ve más brillante

ahora que en mi mirada tu reflejo no resplandece.

 

Qué me importa, sigo repitiéndome,

pero, ¿la verdad?

quiero huir y abandonar tu recuerdo,

desgarrarme

de los tatuajes que me dejaron tus besos.

 

Fue mi culpa,

cada vez que renegué tu refugio,

cuando no acepté tus caricias

y no quise el amor que con tanta delicadeza me entregabas.

Fue mi culpa

abrasarme a otros cuerpos

prefiriéndolos antes de tu compañía

y te mentí en la cara,

más no pude conmigo mismo.

 

Seguiré aferrado a esta culpa que me abraza el alma.

 

Y te juro que estoy arrepentido,

y que de los arrepentidos será el reino de los cielos,

más yo quiero entregarme al olvido,

merezco entregarme a este infierno.