Vida pasada: Si decide quedarse.

La decisión ya estaba tomada

desde que sus ojos acaramelados fueron abatidos

por la violenta luz del día.

 

Y nunca quiso admitirlo,

porque se quiere a sí mismo,

pero sabía que, en algún momento,

tendría que abandonar nuestro mundo

y no mirar atrás.

 

Puso la frente en alto,

ardiéndole la cara de vergüenza

pesándole los hombros

y dio unos pasos tímidos,

pero convencido que todo sería en sus propios términos.

 

Una brisa suave le sacudió el cabello

y se permitió observar el horizonte

por tan solo unos segundos,

de pronto, vio recorrer su vida en sepia,

ajeno, lejano,

todo frente a sus ojos.

 

Ya no quedaban más excusas

ni tiempo que gastar.

 

Su mirada se perdió

en el reflejo del espejo

esperando por una señal,

la música difuminada

y el ritmo como un suave tamborileo

al compás de sus latidos.

 

De niño ya había tomado la decisión

de abandonar este mundo

o quizá ya se había ido hace mucho

y solamente no se había percatado

en perpetua soledad.