Vida pasada: Esta es una historia real.


Sucedió en nuestra casa

en el lugar, el espacio que compartíamos

y aun no lo puedo entender

cómo fue que se corrompió nuestra intimidad

por sucias mentiras

que se esparcieron como cenizas

sobre las paredes, dentro de nuestro hogar.

 

Aunque el lado de tu cama permanece vacío

sigo conteniendo las ganas de gritar

del dolor irrefrenable de romperlo todo.

 

Dicen que fue a causa de mis besos

y por más que trato de taparme los labios

para detener sus injurias y calumnias,

dicen que el espejo no miente

vociferando que suelte mi careta

porque no logro ocultar mi mirada perversa.

 

O quizá fue este corazón traicionero

con sus latidos desbocados

de desenfreno y pasión

que yo quería que me abrasara el calor

de cada uno de los hombres que estuvieron encima

y del otro lado de la cama

abrigándome

cuando tu cuerpo todavía estaba frío.

 

Fui yo, lo reconozco, pero lo digo bajito

con mis lágrimas envueltas en una disculpa burda

como un susurro o una plegaria.

 

Yo soy el culpable, desleal,

el bastardo

con las manos derramadas de su sexo

sofocando el brillo de tus ojos

y olvidando la vida que vivimos

resentido con esta traición.

Comentarios

Entradas populares